El declive de una población hecha literatura
El venezolano Miguel Otero Silva, fundador del periódico "El Nacional", autor de ésta reconocida novela dramática, donde se basó de la situación política, social y económica del país durante el brote de hematuria para escribir "Casas muertas".
Ésta obra relata detalladamente la vida de una joven estudiosa, curiosa, carismática y de casa llamada Carmen Rosa en el pueblo de Ortiz, Estado Guárico. Entre sus ruinas, las calles, el río, las viejas casas, la escuela, la iglesia, la bodeguita de su madre Carmencita y Olegario, y los paisajes llaneros, todos se conocían, todos conformaban aquel pueblito alegre.
La señorita Berenice era la persona que Carmen Rosa más admiraba, su maestra, la que más "consentía" entre todas las demás alumnas, admitiendo sentirse orgullosa de la niña en muchas ocasiones. Además, su compañera de travesuras y hermana, Martica, con quien siempre salía y jugaba; y su pretendiente "secreto" Celestino, quién no se atrevía a confesarle su amor, pero sus ojos hablaban demasiado apenas Carmen Rosa se acercaba, él estaba seguro de que ella no le correspondía, aunque mantenía "aquella dulce, dolorosa, infundada esperanza".
Un día llegó Sebastián, un joven lleno de vida, las chicas del pueblo se morían por él y preguntaban de su procedencia. Cada domingo iba de Parapara a Ortiz a las peleas de gallos.
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Portada del libro. Foto: Mabel Calderón.
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Amor y crisis
Conforme va pasando el tiempo (y las páginas) Carmen Rosa y Sebastián se encuentran, aunque su primera conversación fue bastante incómoda y extraña, se enamoran y se entregan en el "pecado mortal" en aquel tronco del cotoperí.
El amor entre el par de jóvenes va aumentando, pero la crisis los persigue. Poco a poco el pueblo de Ortiz se sucumbía ante la epidemia, cada casa se iba derrumbando, cada vida se iba apagando.
El régimen los destruyó
La dictadura fue destruyendo lo que quedaba de los pueblos, la población de Ortiz se encontraba en un dilema, morir en su amado pueblo por la hematuria o emigrar a las grandes ciudades "industrializadas" y "modernas" pero todo aquel que se rebelaba en contra del poder iría preso y sería torturado.
Sebastián se fue con su compadre a luchar por una mejor vida, por una libertad plena. Allí se despidió de Carmen Rosa.
El vil regalo de la lluviaLuego de una lluvia, el paludismo empezó a atacar la poca población que quedaba en Ortiz. Ardiendo en fiebre, la "económica" no los dejaba escapar, ya que no les daba tiempo de comprar medicinas, ir al médico o al curandero. De allí el origen de su nombre.
Nos estamos quedando solos- dijo melancólicamente el Padre Pernía.
¡Dios mío, haz un milagro! -gimió la señorita Berenice.
Mándanos, al menos, un médico -gruñó el señor Cartaya.
La otra lucha de Sebastián
Sebastián vuelve de su valiente lucha por la libertad del país, pero no con la misma actitud vivaz y joven que lo caracterizaba, sino decaído y enfermo. La hematuria lo consumió , la agonía lo hacía todo muy lento, pero sucedió más rápido de lo que se describe.
Volvemos al principio
Ya se había relatado el fallecimiento del buen mozo Sebastián Acosta en las primeras páginas del libro, por eso era de esperarse el lamentable acontecimiento del amado de Carmen Rosa.
Sabiendo el destino que tenía el pueblo de Ortiz, la joven y triste Carmen Rosa decide emigrar en busca de una mejor vida, en Ortiz ya no quedaba nada, ni gente, ni fiestas, ni la escuela llena de niños, y mucho menos la razón por la que cada domingo ella esperaba ansiosa a Sebastián.
Mi experiencia con "Casas muertas"
Éste libro lo leí unas cuatro veces para una prueba oral de la universidad en la cátedra de Lenguaje y Comunicación II. Particularmente lo disfruté muchísimo porque era un tema del que hablaba con todos mis compañeros de clase, hasta llegar a interpretar los personajes. También analizábamos cada palabra del libro y nos reíamos de los coloquialismos usados para los diálogos y descripciones del libro.
Una excelente obra que relata perfectamente a través de una historia trágica y ficticia la crisis que se vivió en Venezuela a manos de la dictadura de Juan Vicente Gómez, y cómo los pueblos eran los menos beneficiados durante la industrialización del país latinoamericano.
A pesar de los hechos dramáticos, cuenta con un toque cómico y dinámico donde las risas son imprescindibles.
Además de describir diversas culturas venezolanas en cuanto a su modo de vida y celebración de festividades.
Cuenta con una narración bastante comprensible que resulta fácil imaginar cada escena. 💭
¡Toda una obra maestra de Miguel Otero Silva! 😍
Ahora bien ¿Ustedes creen que la verdadera epidemia fue la hematuria y el paludismo o la crisis que los oprimía? 🤔
¡Los leo!
Calificación: 📘📘📘📘📘
Atte: @rimoconpapel
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