Con una historia increíble, unos personajes asombrosos, y muchísimas aventuras repletas de acción e incertidumbre; así empezamos con la saga de fantasía de “Los Cuatro Reinos” del escritor venezolano, Andrés Hidalgo.
En
este primer libro conocemos a Damián, un chico curioso, noble, y sarcástico, con
una vida un poco dura, quien de mudanza en mudanza ha perdido a muchos amigos,
y en un pasado lejano perdió a parte de su familia, como su madre, quien falleció, y su hermano, quien desde la
ausencia física de su madre, se fue de la casa para nunca volver.
El
joven, solo con su padre Denian, van cambiando de casa en casa, y el joven no
sabía la razón, sólo sabía que cada nueva casa era idéntica a la anterior, y su
padre cargaba con muchos objetos, al parecer antiguos, a los que el chico no
les encontraba mucha funcionalidad.
Todo
era medianamente normal para el protagonista, hasta que llegó aquella noche, en
la que había planificado verse con Lara, su interés amoroso, en un café, y que
esta nunca llegara. La vio correr, pero sus intentos por alcanzarla fracasaron,
y allí es cuando empieza la pesadilla, -la fantasía se mezcla con la realidad -
dice la contraportada del libro.
Luego
de un terrible ataque causado por hombres de fuego, Damián aparece junto a la vasija que contiene los restos
de su madre, en un lugar completamente desconocido. Desconcertado, él recorre
por los derredores hasta encontrarse con una estatua de un chico, quien de
pronto deja de ser una estatua y le apunta con su espada en modo de defensa.
Allí empezará una amistad entre Damián y Sebastián, con un poco de
desconfianza, pero con mucho apoyo incondicional.
Ciertamente,
aquí es donde apenas comienza la aventura para la que Damián no estaba
preparado, pues el mundo en el que apareció no le dio la mejor bienvenida, algo
buscan de él, algo quieren de él. La estatua de carne y hueso ahora lo ayudaría
a emprender un viaje hasta Prado, y para ello tenían que recorrer un largo
camino de peligrosos bosques con criaturas extrañas, hasta encontrarse al borde
de la muerte.
Mientras
ambos chicos hacían camino, Damián aprendía algunas cosas básicas sobre Los
Cuatro Reinos, y así poder pasar desapercibido antes de que llegaran a su
destino, y en ese destino es donde se enterarán de cosas que les cambiará la
vida a Sebastián y Damián, entre leyendas, venganzas, búsquedas, misterios sin
resolver, el mal se avecinaba y les estaba respirando en la nuca, algo tenían
que hacer para detenerlo y recuperar lo que, en algún momento, fue de ellos.
Mi experiencia con “Los Cuatro
Reinos: Príncipe de Piedra”
Si
algo puedo decir de esta obra como la primera saga oficial de fantasía en
Venezuela, es que contiene una historia que está a la altura de Harry Potter, Las Cónicas de Narnia, u otras sagas mundialmente famosas ¡Y apenas voy por el primer libro!
Yo
no soy muy fanática de los libros de fantasía, pero lo digo con toda
sinceridad, “Los Cuatro Reinos” me abrió la puerta a un mundo que quiero
conocer más y más, que definitivamente deseo que esta historia sea conocida
internacionalmente, no solo por orgullo venezolano, sino por el potencial de la
obra de Andrés Hidalgo.
Este es un libro para chicos y grandes, preferiblemente para mayores de 12 años de edad, y para cualquier persona que quiera entrar a un mundo repleto de cosas INCREIBLES. Diálogos divertidos, mucha acción, leyendas súper interesantes, es como si cerraras los ojos y de repente todo fuera real, cada palabra la imaginé como si yo estuviera ahí, persiguiendo cada paso de Damián y Sebastián.
No
conté muchos detalles de la obra en la reseña más que lo necesario para
invitarte a que lo leas, ya que hay cosas que es mejor que te enteres a medida
que vayas leyendo.
Si
te gusta la fantasía, léelo.
Si
no te gusta la fantasía, léelo.
No
es por obligarte, pero… en serio, léelo.
Atte: @rimoconpapel
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